"El Cine"
Este ejercicio lo conocí en un seminario intensivo de Clown. Estos talleres y seminarios en particular suelen ser muy intensos, sobre todo por el trabajo físico que el Clown requiere. Son muchos los colegas actores y actrices que se toman seriamente el trabajo de la actuación llevando adelante algún personaje de estas características, y que también es parte de un proceso nacido totalmente del mismo caos al que el Clown los lleva, en ocasiones (hablando parcialmente desde el conocimiento y de colegas que han transitado dicho entrenamiento). Casi al final de la primera de dos partes del taller de Clown, el coordinador comenzó a dirigir una serie de ejercicios de improvisación con el cuerpo y la voz. Algunos utilizaban la repetición como mecanismo, la espontaneidad, el humor, la exageración, y la "reversibilidad" (o sea, realizar un movimiento o acción pero en dirección contraria a la acción original. Por ej, caminar hacia atrás.)
Luego de haber transitado por algunos ejercicios y antes del primer corte, el coordinador ordenó unas cuantas sillas en forma de auditorio de cine, escalonando algunas filas. Las mismas miraban todas hacia el público. Luego de eso el coordinador pidió voluntarios para el ejercicio y para ello se ofrecieron algunos compañeros y compañeras. El coordinador pidió que cada quien elija un asiento, libremente. Pidió que, a diferencia del resto de los ejercicios de Clown que veníamos haciendo, ignoráramos la presencia del público completamente por lo menos hasta que el lo pida. Esto iba a lograr cierto control al principio del ejercicio. Luego de una introducción al objetivo del ejercicio, el coordinador les iba indicando pautas circunstanciales de una situación referida a presenciar la función de una película. Los voluntarios y voluntarias, entonces, comenzaron a indagar en base a las sugerencias del coordinador. Por ejemplo, el coordinador dijo: "La película tarda en empezar", entonces algunos colegas indagaban una indignación, otros aplaudían, otros actuaban una suerte de "película improvisada" delante de otros, y todo así. Luego el coordinador dijo: "Comienzan a sonar muchos celulares a la vez", a lo que algunos comenzaron a chistar, otros a buscar esos celulares que sonaban, y otros directamente contestaban varios teléfonos a la vez. Con cada grupo iban cambiando las pautas para que no sean repetitivas, ejemplos "Hace frío en la sala", "Comenzó una película de terror", "Ahora hay una escena de romance explícito", y demás pareceres. La dificultad de estos ejercicios radica en la atención necesaria para que no ocurran varias cosas a tener cuenta. Lo primero es la acción: sostener la acción cualquiera sea, y cambiarla si es necesario para mantener la atención del público. Esto, sumado al tratarse de un ejercicio de Clown, debíamos mantener una complicidad con el público, ahora permitida, y poder incluirlo pero no demasiado. Las otras atenciones tienen que ver con el entorno (el cine), y nuestros compañeros y compañeras de escena (el público del cine) quienes también accionan en conjunto para crear una sola "escena" puesta en acción gracias al conjunto de acciones individuales en constante dinamismo. Luego, a cada improvisación le corresponde su cierre, siendo en conjunto o individual. Recuerdo que pasamos en distintas tandas, tres si no me equivoco, y yo pasé a lo último. Sucede en todos los talleres que la primera tanda en ser parte del ejercicio es la denominada "carne de cañón" (término totalmente de mi autoría) que asume la permeabilidad de la exposición sin haber visto antes ninguna vista previa de los posibles aconteceres del entrenamiento teatral.Recuerdo, cuando yo participé, que quedé yo solo en escena junto a una mujer. Acorde a lo que todo el mundo estaba viendo, nuestro acercamiento nunca y en ningún momento sugirió un enamoramiento repentino. Todos nuestros gestos y miradas daban cuenta de ello. Sin embargo, nos la apañamos con mi compañera para tomar al público por sorpresa para que terminara de una forma totalmente distinta. Las licencias que nos podemos tomar en los talleres de entrenamiento en teatro son infinitas y, a mi entender, totalmente válidas siempre y cuando asumamos nuestra espontaneidad y mundo interno. Creo que fue un ejercicio el cual en su momento no tomé verdadera consciencia de la magnitud de la lección, como sucede con algunas instancias en el recorrido de crecimiento del entrenamiento artístico, pero que hoy extraño hacer y que siento que tiene tantísimas posibilidades expresivas, de juego y de creatividad muy útiles.
Ejercicio dictado por Iván Moschner, artista docente y Clown, durante el seminario de Actuación intensivo "El Semillero", en Bahía Blanca durante el año 2015.
Luego de haber transitado por algunos ejercicios y antes del primer corte, el coordinador ordenó unas cuantas sillas en forma de auditorio de cine, escalonando algunas filas. Las mismas miraban todas hacia el público. Luego de eso el coordinador pidió voluntarios para el ejercicio y para ello se ofrecieron algunos compañeros y compañeras. El coordinador pidió que cada quien elija un asiento, libremente. Pidió que, a diferencia del resto de los ejercicios de Clown que veníamos haciendo, ignoráramos la presencia del público completamente por lo menos hasta que el lo pida. Esto iba a lograr cierto control al principio del ejercicio.
"Devolver el beso"
Este ejercicio lo llamo así por una publicidad de una agua tónica (quizás la encuentre, y si la encuentro la comparto) en donde una pareja se tiraba un beso en la distancia, e inmediatamente comenzaron a devolverse el beso mutuamente. La pareja comienza entonces a inventar distintas formas de "devolverse el beso". Por ejemplo, la muchacha agarra el beso y lo convierte en una flecha imaginaria que dispara con un arco imaginario, y el muchacho agarra la flecha de la muchacha y lo convierte en una pelota de tenis imaginaria la cual lanza a la muchacha con su raqueta de tenis imaginaria, y así irían pasándose el "beso" hasta que de repente un extraño, que justo pasaba por ahí, lo "atrapa en el aire" y lo "descarta".
Este ejercicio, la primera vez que lo hice y que después utilicé para una instancia lúdica de improvisación que coordiné en su momento, lo hicimos en un taller de teatro luego de algunos ejercicios de improvisación. No recuerdo qué nombre tiene, así que le puse el nombre con que lo titulo. La coordinadora nos puso a todos en dos filas largas de personas enfrentadas, y acto seguido nos propuso "pasarnos un objeto", el cual al llegar a su destino debía cambiar de forma para ser devuelto y así con cada pasada. Así, una flecha se conviertía en un autito de juguete a rosca, un avión de papel, una pelota de volley, un animalito al cual debíamos llamar, y así hasta agotar todas las posibilidades que ese objeto tenía. Luego cada pareja enfrentada hacía una pequeña muestra del trabajo, ya sea con algo ya trabajado como así seguir manteniendo la premisa de improvisar. Esta lógica podía romperse y convertirse, por ejemplo, en una ronda larga donde el "beso" podría circular de persona a persona en orden o bien trabajar con cualquiera persona de la ronda.
Como consigna lo importante es no repetir ninguna acción, y sí se permite "inspirarse" en lo que la otra persona propone. La distancia permite disponer la creatividad a tono para poder devolver el beso, siendo que este se iba tornando en un objeto distinto cada vez, y a su vez da la posibilidad de interpretar ese objeto al momento de recibirlo, y cómo esa dinámica debía mantener una fluidez que respondiera a la lógica de dos personas "enamoradas" aunque después eso ya se obviara.
Este ejercicio, la primera vez que lo hice y que después utilicé para una instancia lúdica de improvisación que coordiné en su momento, lo hicimos en un taller de teatro luego de algunos ejercicios de improvisación. No recuerdo qué nombre tiene, así que le puse el nombre con que lo titulo. La coordinadora nos puso a todos en dos filas largas de personas enfrentadas, y acto seguido nos propuso "pasarnos un objeto", el cual al llegar a su destino debía cambiar de forma para ser devuelto y así con cada pasada.
Como consigna lo importante es no repetir ninguna acción, y sí se permite "inspirarse" en lo que la otra persona propone. La distancia permite disponer la creatividad a tono para poder devolver el beso, siendo que este se iba tornando en un objeto distinto cada vez, y a su vez da la posibilidad de interpretar ese objeto al momento de recibirlo, y cómo esa dinámica debía mantener una fluidez que respondiera a la lógica de dos personas "enamoradas" aunque después eso ya se obviara.
Ejercicio dictado por Guillermo Cacacce, durante el seminario de Actuación intensivo "El Semillero", Bahía Blanca 2015. Usado por coordinadores del taller de Teatro para Adultos en Teatro Municipal de Necochea.
Video de la publicidad aquí: https://youtu.be/ohLqPEpaax4
"La pintura"
Este ejercicio lo conocí en un Taller de Teatro para Adultos. También estoy seguro de haberlo transitado, aunque no en la profundidad física que se pueda llegar a alcanzar, en el primer taller que teatro que realicé allá por el 2013 y que comenzó con mi trayecto formativo. Lo he utilizado también para alguna que otra instancia lúdica/formativa en algún momento. Es bastante sencillo.
En grupos de varios voluntarios, cada uno va pasando al frente y propone con su cuerpo una acción u objeto. Esta acción u objeto deberá estar estático, por lo menos al principio, y deberá ser reconocible para el resto. Antes de pasar al frente, el voluntario o voluntaria deberá anunciar su propuesta al resto, por ejemplo "Soy una mesa". El voluntario o voluntaria deberá pasar al frente, bien en el centro, adoptar la forma de su propuesta y quedar inmovil. Luego deberá pasar otro voluntario repitiendo la misma dinámica, sumándose a la propuesta de la primera persona, ya sea por asociación, oposición o por yuxtaposición de ideas. Por ejemplo "Soy una silla", "Soy un vendedor de muebles" o "Soy una persona que le gusta quemar mesas". Así deberán pasar varios y varias en grupos múltiples, hasta de algún modo completar la idea de "pintura".
Luego de que el grupo pueda completar la "pintura", quien coordina deberá dar la pauta de comenzar a "darle vida" a esta "pintura" la cual deberá comenzar a accionar con el cuerpo y con la voz. Quienes interpretan objetos inanimados deberán quedar inmóviles, no así los vivos. Quien coordine la actividad deberá sugerir pautas circunstanciales que pueden derivar, o no, de las propuestas de los voluntarios y voluntarias. Por ejemplo "A la mesa se le rompe una de las patas y alguien tiene que arreglarla".
Las instancias de muestra se suceden exactamente al momento de armar dicha "pintura" así cada grupo puede mostrar su improvisación al resto, como así también su instancia de cierre del ejercicio.
Este ejercicio fue utilizado muchas veces y son incontables los ejemplos y las temáticas que puedan desarrollarse. Así, puede surgir una temática a la que se pueda focalizar para poder entrenar distintos roles o circunstancias que permitan dar el lugar para improvisar.
Ejercicio dictado por coordinadores del Taller de Teatro para Adultos, Teatro Municipal Luis Sandrini de Necochea, año 2015.
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