Este ejercicio debería ser preferiblemente usado por grupos o elencos que ya tengan cierto trayecto y trabajo colectivo realizado y que se conozcan entre sí lo suficiente. La justificación es sencilla: el juego consiste en descubrir quién es la persona que ha hablado sin tener que mirarla directamente.
Alguien del grupo pasará al frente y se pondrá de espaldas al resto. Esa persona pasará a ser Su Majestad, y el resto del grupo oficiará de "Corte". Su Majestad, durante el ejercicio, no podrá mirar en dirección al resto del grupo. Lo que sí puede hacer antes de dar por comenzado el ejercicio es ayudarse memorizando las locaciones del resto de los individuos del grupo en el espacio, ya que esto podrá servir como pista espacial al momento de escuchar con atención.
Alguien del grupo pasará al frente y se pondrá de espaldas al resto. Esa persona pasará a ser Su Majestad, y el resto del grupo oficiará de "Corte". Su Majestad, durante el ejercicio, no podrá mirar en dirección al resto del grupo. Lo que sí puede hacer antes de dar por comenzado el ejercicio es ayudarse memorizando las locaciones del resto de los individuos del grupo en el espacio, ya que esto podrá servir como pista espacial al momento de escuchar con atención.
Su Majestad una vez que ha pasado adelante, y ha inspeccionado con la mirada el espacio, deberá darse la vuelta. A partir de ese momento nadie de quienes integra la Corte debería moverse, o por lo menos no demasiado, del lugar donde está. Ahora sí se podrá dar comienzo al ejercicio.
En secuencia y de manera aleatoria, el resto de los individuos de la Corte deberá decir en dirección al Rey o Reina "Buenos días, su Majestad". Como añadidura de dificultad, al momento de "saludar" la persona que le hable a su Majestad deberá alterar de algún modo su voz, ya sea usando cualquier rango posible de matices que posea, de modo que a Su Majestad se le dificulte reconocer la voz de quien esté saludando.
Si Su Majestad tiene la seguridad de saber quién es la voz de quien ha saludado, deberá responder: "Hable usted..." y deberá decir el nombre de la persona que cree que ha hablado.
Si Su Majestad ha acertado, la persona deberá responderle "En efecto, buen día sea." Inmediatamente, otra persona deberá repetir la misma operación hasta que toda la Corte haya saludado. En caso de tardar demasiado, de no completar la frase con el nombre de una persona, de haberse equivocado o de haber dicho el nombre de otra persona, toda la Corte al unísono deberá abuchear a su Majestad. Luego de un abucheo más o menos breve, pasa alguien más a saludar.
Cuando toda la Corte haya terminado de saludar a Su Majestad, el Rey o Reina se retira, y acontinuación pasa otro Rey u otra Reina al frente y todo el juego deberá repetirse. Quienes integran la Corte podrán cambiar lugares, pero siempre respetando el lugar a la hora de saludar y permitiendo que previamente Su Majestad pueda hacer un reconocimiento del espacio.
Como desafío, se podría pensar en un puntaje de aciertos/desaciertos por Rey o Reina, y competir por quién tiene mejor "oído". Tambien se puede pensar en que si el Rey o la Reina se equivoca una determinada cantidad de veces (pensando en una cantidad de personas en la Corte y un divisor a elección) se puede alargar las abucheadas e incluso se podrá "derrocar" a su Majestad, para dar paso a otro Rey u otra Reina y dejando al anterior fuera de certamen.
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